La seguridad es primordial en la sociedad actual, a pesar de ello estamos ante una lucha. Una lucha entre seguridad y libertad. Es decir, ¿Hasta qué punto vamos a seguir eliminando libertades por nuestra seguridad? ¿Cuál es la línea que separa la vigilancia de la ciudadanía de la libertad del ciudadano? Cada día tenemos más leyes que nos llevan hacia un estado vigilante que coarta nuestros movimientos de acción civil. La ley mordaza, los cables de WikiLeaks, el caso Snowden, etc. Son muestras que nos indican que nos encontramos en una sociedad vigilante donde el Leviatán del que hablaba Hobbes cada día abarca más espacio. EEUU como adalid de la libertad, al menos sobre el papel, se está destapando como un auténtico controlador de Estados que espía hasta a sus propios aliados (Alemania, Gran Bretaña…). Es entendible que se espíe a países como Rusia o China, pero espiar a tus propios aliados rompe cualquier lazo de confianza. Un ejemplo de esta dualidad -seguridad y libertad...
John Snow, médico de las islas británicas, fue el padre de la epidemilogía que hoy conocemos. Durante el brote de cólera del siglo XIX, usó un sencillo método para saber cómo se estaba propagando. Para ello usó un mapa del centro de la ciudad de Londres. En él, comenzó a señalar todos aquellos puntos en los que había casos registrados. De esta manera llegó a saber cómo comenzó el brote y desde qué sitio. Este sistema, es decir, usar un mapa e ir señalando los puntos, es como el geolocalizador de nuestros días. El cual podría servir perfectamente para detectar los casos de brotes en occidente. Es verdad que en zonas con poca tecnología (aldeas en África por ejemplo) es más difícil de conseguir. La epidemiogía tiene como objetivos “la vigilancia en la Salud Pública y establecer las relaciones causales entre factores socio-sanitarios a los que se exponen las personas y las poblaciones, y las enfermedades que presentan. Para ello, los epidemiólogos han centrado sus esfuerzos en la recog...