Quisiera comenzar con una reflexión para poder comprender la propia complejidad abstracta de lo que es, o puede llegar a ser la seguridad en España.
A diferencia de nuestro entorno, es decir, de nuestro espacio geopolítico. España sale de una dictadura y transita hacia una quimera democrática la cual no contiene la principal base. Y no la contiene por un mero hecho histórico y temporal. La sociedad, pasa del yugo dictatorial en la que todo se da por hecho, y nadie participa en la vida política a un escenario completamente diferente, la democracia. Quizás me esté yendo por las ramas, pero con este introducción quiero explicar un concepto muy básico, que para entender qué es la seguridad en este país, primero debemos entender qué es la libertad en España.
La sociedad española de antaño y la actual –en la que me incluyo- no sabemos luchar ni por nuestra libertad, ni por nuestros derechos. Salimos de un tiempo histórico en el que la frase “si no te metes en ningún lío, no te pasará nada” era la más escuchada en todo el territorio español. Esa cultura del miedo es un gen social heredado que se ha transmitido a base de garrote y cachiporra durante 36 años y que a día de hoy tenemos reminiscencias en la sociedad- es imposible que una construcción social se evapore de la noche a la mañana-.
Tenemos ese gen social heredado del que nos podemos sacudir si queremos parecernos a nuestros vecinos occidentales y dejar de ser unos vagos democráticos. Así y sólo así, podremos construir un concepto de libertad y un concepto de seguridad más digno y parecido al de nuestro entorno geopolítico.
Algunos pensarán que durante y después de la dictadura parte de la población luchó por la democracia. No lo niego y agradezco su esfuerzo, si no fuera por ellos, yo ahora no estaría escribiendo con tanta libertad. Pero a mi entender, y siendo tajante, creo que esa lucha terminó en 1982.
Por tanto, entiendo el paradigma de la seguridad en España como un prototipo aún sin detallar ni terminar. Entendamos pues, que España está muy lejos de conseguir el concepto de seguridad que se tienen en otros países, y si, enfocamos más la lupa, podremos visualizar que, es imposible entender la seguridad de España en términos hobbesianos.
Aunque esta sea mi crítica a la definición, es normal que en España no estemos tan avanzados en estos aspectos. Por ejemplo, ¿qué significa seguridad para un ciudadano norteamericano y qué significa seguridad para un ciudadano Español? Seguramente que para él, seguridad es tener un arma en casa por si entra un delincuente, y que, para un español, esto sea impensable. No creo que, pueda aplicarse en España la definición de enemigos internos salvo para aquellos casos de terrorismo u organizaciones criminales –en los casos más extremos-. Siguiendo todo este planteamiento, lanzo una pregunta. Ateniéndonos a nuestra historia reciente. ¿No debería buscar España su propio paradigma de la seguridad?
Prosiguiendo con las preguntas, a continuación señalaré cuales son las principales amenazas, debilidades, fortalezas y oportunidades en España:
Amenazas:
El terrorismo (interno y externo), la violencia de género, las desapariciones de personas ( En este año, han desaparecido 16.000 personas, sólo en España) , la pobreza como caldo de cultivo y por último la ciberdelincuencia.
Debilidades:
Demasiada dependencia de organismos internacionales para actuar. Poca capacidad de prevención, burocracia que limite la actuación inmediata de los cuerpos de seguridad. Violación de los derechos humanos por parte del Estado. Voluntad política nula.
Fortalezas:
Equipos de seguridad y emergencias (GEO, UME, SAMUR). Voluntad de la población en casos de catástrofe (en el 11-M civiles y equipos de seguridad trabajaban codo con codo, un ejemplo serían los taxistas que llevaban gratis a los heridos a los hospitales). Experiencia en terrorismo interno.
Oportunidades:
Colaboración con países no europeos para fomentar la no inmigración ilegal, en vez de deportarlos cuando ya han llegado aquí. Quizás ayudando internacionalmente a su evolución económica.
Explotar aquellas medidas de seguridad que ya están en funcionamiento como por ejemplo para casos de violencia de género, siempre y cuando se hagan políticas efectivas y eficientes.
Políticas económicas y fiscales que ayuden a la recuperación de las familias, evitando así problemas sociales mayores.
Cualquier debilidad o amenaza puede convertirse en una oportunidad. Pero para ello necesitaríamos voluntad política. La cual, no existe.
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